domingo, 7 de noviembre de 2010

Understanding Drug Markets and How to Influence Them/ The Beckley Foundation Drug Policy Programme (BFDPP)

LA GUERRA CONTRA EL NARCOTRÁFICO EN MÉXICO

Resulta interesante la idea de que la violencia que se relaciona con los mercados de drogas puede reducirse mediante la introducción de mecanismos alternativos para la regulación internacional de las sustancias psicoactivas.

Como sabemos, los precios de la cocaína y la heroína son elevados, principalmente, porque son escasos, están legalmente prohibidos y tienen una alta demanda; sin embargo, los precios varían según el tiempo y la ubicación geográfica: la diversificación del mercado es lo que ha provocado la disminución de los precios, además de que ello ha conducido a una mayor utilización, por lo que, evitar la la compra y venta de drogas no es un objetivo alcanzable de la aplicación de la ley.

Una idea esencial de este texto, que es necesario entender, es que los mercados no se pueden eliminar, puesto que mientras haya oferta y demanda existirán, por lo tanto, sólo pueden regularse.

En el caso de México, la llamada "guerra contra el narcotráfico" ha pretendido eliminar el mercado de las drogas, es decir, una fantasía, y no se ha entendido que la única forma de combatir esto es atendiendo la demanda. Además, es imposible luchar contra un mercado de drogas que constantemente se deslocaliza y cambia de estrategia cuando las condiciones del lugar cambian: esta es una de las principales características del mercado de drogas, es decir, su facilidad para adaptarse.

En relación con lo anterior, en un artículo públicado por Nexos, titulado "Los hoyos negros  de la estrategia contra el narco"[1], precisamente, lo que se sostiene es que, en particular, el combate al consumo drogas sigue siendo una asignatura pendiente. De acuerdo con Eduardo Guerrero Gutiérrez, autor de dicho artículo, "las cifras de las dos últimas encuestas nacionales de adicciones muestran un aumento en el consumo de cocaína y marihuana entre 2002 y 2008: de 100% en la primera y de 20% en la segunda. El número absoluto de consumidores de drogas en México sigue siendo relativamente pequeño, pero sus tasas anuales de crecimiento son muy altas en algunos estados como Tamaulipas. Asimismo, en su último reporte anual sobre la drogas, Naciones Unidas afirma que México se está convirtiendo en uno de los grandes consumidores de cocaína a nivel mundial"[2].

Ahora bien, en el caso de México, el consumo de sustancias ilícitas se halla, de cierta forma, relacionado con la cultura del rendimiento y es por ello que éstas drogas han tenido éxito. Sin embargo, teniendo en cuenta que el tipo de violencia tiene que ver con el tipo de mercado de droga y que la droga genera violencia en las calles, puede decirse que el consumo del crack produce reacciones violentas, en cambio, la heroína produce un efecto sedante. 

En relación con la vilolencia respecto a los decomisos, éstos han tenido también impacto en la violencia, pues, los decomisos de heroína, cocaína y marihuana han aumentado sistemáticamente los niveles de violencia en los últimos tres años, en cambio, los decomisos de armas y dinero han disminuido sistemáticamente la violencia. Lo anterior tiene sentido ya que, retomando la lectura "Drug Markets and Urban Violence", la presencia de armas de fuego es el link entre los mercados de drogas y la violencia urbana.

El caso del control del consumo de alcohol y cigarro en México es un punto que merece especial atención, pues en estos campos se ha tenido éxito. En el caso del alcohol, fue puesta en marcha la Campaña, “Si Tomas, No tomes el Volante”, que sentó las bases de una alianza estratégica entre las Secretarías de Educación Pública, Secretaria de Salud, el Instituto Mexicano de la Juventud, Centros de Integración Juvenil, A.C., y empresarios de bares y antros, a favor del consumo responsable y moderado de bebidas alcohólicas; de igual forma, el empleo del alcoholímetro ha coadyuvado en esta idea de un consumo responsable. En el caso del cigarro, el control del consumo se ha realizado mediante la regulación de los espacios para fumar, tal como ocurre en los restaurantes.

Lo importante en el control del alcohol y el cigarro, a mi juicio, es que esto se ha logrado gracias a mecanismos de la propia sociedad para controlar este tipo de drogas, por ejemplo, mediante la presión social.

Sin embargo,  aún cuando de ha tenido éxito en el control del alcohol y el tabaco,  recientemente, el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) señaló que los jóvenes que consumen alcohol y cigarros son más propensos a consumir drogas[3], por ello, los esfuerzos del gobierno mexicano deben enfocarse en la demanda de las sustancias ilícitas.

En conclusión, es importante entender que el mercado de las drogas no es una institución sólida, sino líquida, por ello, no se puede eliminar, pero sí regular. De igual manera, si se pretende influir en este mercado, es importante tener en cuenta que la única forma de combatir esto es actuando sobre la demanda, pues todo está reglamentado menos el consumo y esto ayuda al mercado de las drogas. Quizá, el error del gobierno mexicano ha sido privilegiar una estrategia en la que la erradicación de cultivos, los decomisos y las detenciones desempeñan el papel central y no el consumo.


FUENTES:
[1] [2].- NEXOS, "Los hoyos negros de la estrategia contra el narco", Eduardo Guerrero Gutiérrez, 01-08-2010; [en línea], Dirección URL: http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=248547
3.- IMJUVE; Moderar el uso del alcohol frenará la muerte de jóvenes en accidentes automovilísticos; [en línea], Dirección URL: http://www.imjuventud.gob.mx/boletines-servicios-46/153-moderar-el-uso-del-alcohol-frenarla-muerte-de-jes-en-accidentes-automovilicos.html

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