sábado, 6 de noviembre de 2010

CIUDAD DE DIOS/ Bülent Diken

TEPITO EN LA CIUDAD DE MÉXICO

Este texto  analiza, de una forma muy particular, la película "Ciudad de Dios", que es un suburbio de Río de Janeiro. Las ideas que rescato de este texto, para luego señalar el caso de  Tepito en México, son las siguientes:

El primer punto que me parece importante es que, de acuerdo con el autor, la violencia que se vive en Ciudad de Dios puede ser dividida en tres etapas, la primera una violencia local (los primeros tres jovenes que roban los camiones de gas), la segunda, una violencia que tiene más que ver ya con la generación (Zé pequeño rompe el esquema o acuerdo de criminalidad) y, la tercera etapa, que tiene que ver con el crimen más especializado (el nivel de violencia marca la jerarquía/ la policía interviene).

La segunda idea que rescato del texto es la de Institución cero: de acuerdo con el autor, esta es una Institución caracterizada por la ausencia de diferencia, es decir, la diferencia es simbólica y tiene que ver con el espacio público.

Partiendo de lo anterior, expondré ahora el caso de Tepito en la ciudad de México que, de cierta forma, puede tener similitud con Ciudad de Dios en Río de Janeiro.

De entrada, resulta díficil entender que la favela y la ciudad son lo mismo, puesto que se ha intentado ver separado lo que está junto, es decir, la favela funge como si fuera otro país, no obstante, esta es una fantasía urbana, puesto que la favela no es algo aparte sobre lo cual podamos volcar todo.

En congruencia con lo anterior, recordemos que existen dos simbolizaciones del espacio público en México: 1) el espacio público es de todos, por lo tanto, no es de nadie y, 2) el espacio público es de todos, por lo tanto, es mío.

Siguiendo las ideas anteriores, podemos decir que Tepito es visto como el lugar del contrabando y la violencia, sin embargo, no se halla separado de la ciudad, además, para los tepiteños el espacio público es de ellos, no es de todos. Puede decirse, entonces, que la pertenencia o apropiación del espacio se hace a partir del uso y las costumbres, así, surge la diferenciacón entre "nosotros" (los habitantes del barrio de Tepito) y ellos (los habitantes del resto de la Ciudad).

No existe una frontera entre Tepito y la Ciudad de México, sin embargo, la apropiación del espacio es lo que marca esa diferencia simbólica, es decir, para los tepiteños el espacio público es de todos ellos, pero cuando entra una persona "del resto de la ciudad", el espacio público no es ya de todos, sino de los de adentro.

Ahora bien, a nivel global, podríamos decir, la Ciudad de México funge como la favela de Ciudad de Dios, entre otras cosas, debido a la "guerra contra el narcotráfico" y la ola de violencia que envuelve al país.

Realmente, me ha resultado un tanto díficil aterrizar este texto en el caso de México, sin embargo, considero que Tepito es el ejemplo más claro de la idea de la favela vista como algo aparte de la ciudad, cuando, realmente, pertenecen al mismo espacio.

Debemos también entender que las favelas no desaparecen, sino que se desplazan, por ello, su eliminación como política resulta ser una fantasía.

Finalmente, retomando la idea de la simbolización del espacio público, me atrevería a decir que, en México, los conflictos surgen porque uno de los dos principios (el espacio público es de todos, por lo tanto, no es de nadie / el espacio público es de todos, por lo tanto, es mio) trata de ampliar su espacio; por ejemplo, el ambulantaje: en este caso, la tendencia es de menos o más, es decir, se trata de apropiar el espacio de la convivencia por parte de los ambulantes; por esta razón, lo que ocurrió en el centro histórico fue una renegociación de los espacios y la aplicación del principio "el espacio público es de todos, por tanto, no es de nadie".

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