domingo, 12 de septiembre de 2010

SPECTRAL HOUSING AND URBAN CLEANSING: Notes on Millennial Mumbai/ Arjun Appadurai

CASAS PARA DORMIR, YA NO PARA VIVIR

En esta lectura, Arjun Appadurai presenta ese sentimiento de fracaso de la experiencia urbana; el problema de la vivienda precaria y la dificultad para adquirir una y como esto lleva, de cierta forma, a una fragmentación social.

Esto lo podemos ver, claramente, en México. Detrás de la experiencia urbana se hallan distintos elementos que nos hacen pensar en ese fracaso de la experiencia urbana de que Appadurai nos habla.

La inseguridad en nuestro país, ha generado la distancia y la fragmentación de dicha experiencia; los ricos, o bien, los sectores con mayor capacidad económica se han encerrado en las zonas residenciales, mientras que los sectores más desposeídos --que son la mayoría--, son vistos como bandalos, es decir, la pobreza se ha criminalizado y la polarización social es cada vez mayor. Los espacios son cada vez más de una sóla clase.

Por ejemplo, en el Estado de México, en dirección hacia Plaza las Américas y Tecamac, se han construido casas, del estilo de casas Geo o casas Ara, sólo que aquí la empresa constructora es Real del Sol. Las casas son pequeñas, si acaso, de 2 recamaras, en realidad, no son muy cómodas.  Estas casas manifiestan el spectral housing de que habla Appadurai, pues, generalmente, la gente que vive allí trabaja al otro lado de la ciudad, por lo que, prácticamente, sólo llegan a sus casas a dormir, ya que, incluso, se quedan a comer cerca de sus trabajos por lo lejano que quedan sus hogares de donde laboran.

Pensemos, además que el tránsito es otro elemento que tiene que ver con ese sentimeinto de fracaso de la experiencia urbana. En México, se estima que 4.4 millones de personas gastan diariamente 3 horas promedio en el viaje diario de su casa a su trabajo, la escuela u otra actividad. El tiempo es un recurso no renovable y es, también, uno de los recursos más desperdiciados en las grandes ciudades como la nuestra, todos nos quejamos de la falta de tiempo, pero también lo derrochamos.

Aunado a lo anterior, las malas condiciones del transporte no faciltan el desplazamiento; por ello, el trabajdor prefiere quedarse cerca de su trabajo y comer ahí cualquier cosa, que tener que enfrentarse a 3 horas de tránsito en un transporte en malas condiciones.

La falta de recursos, como el agua; los servicios públicos ineficientes y la contaminación, también ayudan a la construcción de ese sentimiento de fracaso de la experiencia urbana.

Otro problema, es el crecimiento del comercio informal. Sin embargo, considero que no debe verse como algo criminal, sino como una forma de trabajo de aquellos sectores que no pueden encontrar un empleo formal.

En general, podemos ver que En México la experiencia urbana es vista como un fracaso, pues las viviendas son precarias y construir una resulta díficil por el exceso de regulaciones para construirla. Además de que malgastamos el tiempo en el tránsito automovilístico, en el mal transporte, en ver la Televisión y, todo esto, es consecuencia, en gran parte, de una mala administración y de la incapacidad de dicernir entre lo urgente y necesario, y lo innecesario e intrascendente.

FUENTES:

GestioPolis. El tiempo, un recurso no renovable; [en línea], consultado el 10/09/2010. Dirección URL:

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